Poema de Ana M. Fernández Vuono
Ilustración: "New Moon Eclipsed", de Rob Gonsalves
¿Cómo será la experiencia del amor?
¿Será como crear un universo?
¿Será como crear un universo?
El amor,
¿Será capaz de soportar el tiempo?
¿Precisará de las palabras?
¿Se asustará de los silencios?
¿Se expresará con la mirada?
¿Podrá definirse en unos versos?
¿Cuál será la señal de su llegada?
¿Y cómo haré para reconocerlo?
¿Y si se escapa sin decirme nada?
¿Le gustará jugar o será serio?
Si llega por la noche,
¿traerá su propia luz?
¿Tendré que esperarlo levantada?
Y si no llega a mi vida,
¿Qué le dará sentido?
¿Qué le dará esperanza?
¿Qué hará el amor conmigo?
¿Qué dones me traerá?
Y yo,
¿sabré valorarlo cuando llegue?
¿Permitiré que me modele?
¿Me entregaré a él con humildad?
Y el amor,
¿aceptará enseñarme sus secretos?
¿Querrá su arte conformar mi mundo?
Y si un día se va,
¿sabré dejarlo ir, morir con él,
penar y renacer en los recuerdos?
Cuando mi alma regrese en otro tiempo,
en otra identidad, en otro cuerpo,
habrá de conservar en sus memorias
la intensidad de este momento.
Y cuando no retorne más,
cuando disuelva en la nada su pasado,
alma y espíritu en la nada inmersos,
serán inmensidad, serán eternos.
Yo no seré más, pero el amor seguirán siendo.
Y siempre quedará quien se pregunte
cómo será la experiencia del amor,
como yo me lo pregunto en estos versos.
2 comentarios:
Hermosa la reflexión del poema y la alusión a las vidas futuras de cada uno de nosotros. A veces siento que es así,que me reencuentro con seres que he amado en otra vida y de alguna manera, nos seguimos amando.
Si,Ana, siempre sabremos reconocerlo y tambien cero que nos reencontramos con aquellos que hemos amado en otras vidas. Lastima que no lo recordemos...
Publicar un comentario