viernes, 31 de agosto de 2007

Gestación



Poema de Ana M. Fernández Vuono


Oscura y tensa el alma
Produce un instante de terror y se contrae
Desfigurando el rostro y la esperanza.

Desde el vientre de las propias sombras
Emerge la luz
Ordenándolo todo.

En el centro del cuerpo se ocultan los enigmas.

No hay miedo si la luz irrumpe
Y ocupa su lugar

En el centro del cuerpo.

Se enfrenta la luz con la sombra
En diálogo feroz
Orden y caos
Generando la vida con dolor.

No hay otro modo de gestarse
Que no provenga del silencio
Ni otro lugar para la luz
Que el ofrecido por la sombra.

En el centro del cuerpo confluyen los designios.

Nace el amor cuando la luz irrumpe
Y ocupa su lugar

En el centro del cuerpo.

Ahora el alma, serena, se relaja
Devolviéndole al rostro la figura perdida
Y el resplandor de la esperanza.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Juegos de Luz y Sombra



Poema de Ana M. Fernández Vuono
Ilustración: "Inspiration in Black", de Misha Gordin






Humano, eres un pasajero de la luz
-esto es algo que no puedes comprender-.

Cuando vaciles, te disperses o te pierdas,
ponte de pie, celebra, vive, canta y ama.
Inventa nuevos mundos con la luz y la sombra:
¿no ves que el desafío consiste en integrarlas?

La sombra es sólo el otro lado de la luz
-eterno juego del juego de la vida-.
No correrás peligro, entrégate y confía.
Y si, en el juego, es ella quien te atrapa
no te resistas a su abrazo, abre tu alma
y atrévete a mirar en tu interior.

También eres un pasajero de la sombra
-esto es algo que no puedes comprender-.

Siempre caminarás hacia la luz
-tejedora de la trama de tu ser-
Descubrirás que, sostenido en ella,
después de cada muerte inexorable
-trama secreta del misterio de la vida-
vibrante y luminoso volverás a nacer,
firme y resuelto proseguirás el viaje,
al aprender las reglas, dominarás el juego
y nutriendo al amor, alejarás al miedo.

Humano,
eres un pasajero de la luz Y de la sombra.
Toma el secreto del misterio de la vida
e intenta comprender.


sábado, 11 de agosto de 2007

Pequeño poema al Amor



Poema de Ana M. Fernández Vuono
Ilustración:  "New Moon Eclipsed", de Rob Gonsalves





¿Cómo será la experiencia del amor?
¿Será como crear un universo?

El amor,

¿Será capaz de soportar el tiempo?
¿Precisará de las palabras?
¿Se asustará de los silencios?
¿Se expresará con la mirada?
¿Podrá definirse en unos versos?
¿Cuál será la señal de su llegada?
¿Y cómo haré para reconocerlo?
¿Y si se escapa sin decirme nada?
¿Le gustará jugar o será serio?

Si llega por la noche,

¿traerá su propia luz?
¿Tendré que esperarlo levantada?

Y si no llega a mi vida,

¿Qué le dará sentido?
¿Qué le dará esperanza?

¿Qué hará el amor conmigo?
¿Qué dones me traerá?

Y yo,

¿sabré valorarlo cuando llegue?
¿Permitiré que me modele?
¿Me entregaré a él con humildad?

Y el amor,

¿aceptará enseñarme sus secretos?
¿Querrá su arte conformar mi mundo?

Y si un día se va,

¿sabré dejarlo ir, morir con él,
penar y renacer en los recuerdos?

Cuando mi alma regrese en otro tiempo,
en otra identidad, en otro cuerpo,
habrá de conservar en sus memorias
la intensidad de este momento.
Y cuando no retorne más,
cuando disuelva en la nada su pasado,
alma y espíritu en la nada inmersos,
serán inmensidad, serán eternos.
Yo no seré más, pero el amor seguirán siendo.
Y siempre quedará quien se pregunte
cómo será la experiencia del amor,
como yo me lo pregunto en estos versos.



miércoles, 8 de agosto de 2007

Entre la Niebla y la Tristeza



Texto de Ana M. Fernández Vuono


¿Adónde están ahora las palabras de los que decían amarte?
Respiras oxígeno y niebla. Se diluye tu sangre, convirtiéndose en agua.
La tristeza se aloja en cada célula. Tienes todo lo que quieres y mucho más.
Sin embargo, te preguntas incesantemente adónde están las palabras de los que aseguraban amarte.
Quizás están aún allí. Pero ya no te son suficientes.
Quieres más. Otras palabras. Nuevas palabras.


La realidad se fragmenta en tu interior y sigue su curso, indiferente a tu tristeza.
¿Será una ilusión la realidad? ¿Cómo saberlo? Apuestas a que lo es y apuestas a que no lo es. Total… ¿qué importancia tiene ahora?
Intentas desprenderte de todas las preguntas, simplemente dejándolas partir. Te agobian con su peso y su ruido.

Hoy tus manos están resecas y quebradas de tanta privación. Los besos que nunca fueron dados revientan en tu boca, agolpándose con la urgencia de ser entregados y compartidos.
Estás entrando en proceso de extinción. Para bien o para mal.
¿Cómo no sentir, entonces, una inmensa y negra tristeza adentro de esos muros blindados?

Tal vez, a fuerza de ganar intensidad, sea tu tristeza quien pueda ser capaz de destruirlos y liberarte.


miércoles, 1 de agosto de 2007

Sólo palabras...




Poema de Ana M. Fernández Vuono


Hoy sólo tengo palabras destrozadas,
cautivas en espacios de agónico destierro.
Palabras malheridas, reducidas a polvo,
vacilantes, furiosas, rendidas, apenadas.



Tengo palabras turbulentas y ominosas
acechando en la sombra, adueñadas del tiempo,
imponen su presencia - obreras poderosas -
construyendo prisiones que castran el deseo.


Tengo palabras de ternura y entrega.
También de olvido, justicia, guerra y muerte.
Palabras que, en el intento de alejarte,
sólo crean los profundos abismos que sustentan
mi verdadera urgencia: la de amarte.